El tabaco tiene importantes efectos negativos para la salud general, como puede ser un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y problemas cardiovasculares. Sin embargo, más allá del riesgo de padecer estas patologías mencionadas hay otras consecuencias que muchos desconocen. Numerosos estudios han confirmado que el tabaco es uno de los grandes factores externos que más pueden repercutir en la salud reproductiva tanto de hombres como de mujeres.
En el caso de la mujer, el mecanismo exacto por el cual el tabaco disminuye la fertilidad de la mujer no está del todo claro. El tabaco podría afectar a la síntesis de hormonas ováricas, la funcionalidad de las trompas de Falopio, así como el contenido genético de los ovocitos. Incluso la receptividad uterina también podría verse alterada en las mujeres fumadoras.
En caso de recurrir a tratamientos de reproducción asistida (RA), también existe relación entre el consumo de tabaco y los resultados logrados tras dichos tratamientos. Así, el tabaquismo puede condicionar el número de ovocitos recuperados en la punción ovárica de la mujer, las tasas de implantación embrionaria y la tasa de gestación a término.
En este tipo de análisis sobre la repercusión del tabaquismo, también se ha observado en pacientes fumadoras un efecto negativo en el crecimiento de la línea endometrial en ciclos de preparación hormonal para transferencia embrionaria. Además, de relacionar el consumo del tabaco con un aumento del riesgo de embarazo ectópico. Del mismo modo, el efecto del tabaco también se asocia de manera importante a un incremento del riesgo de aborto, complicaciones obstétricas como alteraciones placentarias, retraso del crecimiento fetal, parto prematuro y muerte fetal.
Por último, hay que añadir que existen recientes estudios que sugieren una persistencia del efecto del tabaco sobre la fertilidad, tiempo después del abandono del hábito tabáquico, por lo que sus consecuencias se mantendrían a largo plazo.
Igualmente, entre los diferentes factores físicos que pueden afectar al sector masculino, se destaca el consumo del tabaco, ya que se ha observado un deterioro de la calidad seminal producida por su consumo.
Un metaanálisis basado en 20 estudios específicos, encontró que los fumadores tuvieron una reducción significativa en la concentración espermática, así mismo, un estudio en hombres de la población general observó una relación dosis-respuesta entre el tabaquismo y la movilidad de los espermatozoides y el recuento total de estos.
Curiosamente, el tabaquismo materno durante el embarazo tiene un impacto negativo de la calidad seminal en la descendencia, lo que indica que la exposición prenatal también es importante.
En general, el considerable aumento de la prevalencia del tabaquismo entre las mujeres jóvenes en la mayoría de los países europeos en los últimos años solo puede agravar la incidencia de los problemas reproductivos masculinos si estas mujeres continúan fumando durante el embarazo.
Recordamos también que el tabaquismo pasivo es factor de riesgo para la calidad seminal, ya que fumar reduce la producción de esperma y aumenta gravemente el estrés oxidativo, el daño en el ADN y los niveles de peroxidación lipídica.
Como resultado, los espermatozoides de los fumadores tienen menor capacidad de fecundación y sus embriones muestran mayor porcentaje de bloqueo durante su desarrollo y menores tasas de implantación.
Desde iFertility aconsejamos tanto a mujeres como a hombres a evitar el consumo de este tipo de sustancia nociva para nuestra salud y bienestar, y mantener hábitos de vida saludable, especialmente en términos de salud reproductiva y fertilidad.